La pareja es el gran maestro del crecimiento personal para cada uno; mucho más que cualquier experto en la materia. Estando en pareja aprendemos mucho de nosotros mismos, ya que proyectamos en ella nuestras sombras (aspectos de nuestra personalidad que no vemos o rechazamos; y que nos lo muestra la pareja), nuestras necesidades no satisfechas (de amor, cuidado, comprensión..). Si somos capaces de observar y profundizar en ello sacaremos a la luz esas partes de nosotros mismos desconocidas, que teníamos ocultas y que forman parte de lo que somos.
Si por el contrario ignoramos esa visión, seguiremos siendo víctimas de nuestra pareja ya que éste/a estará sacando lo peor de nosotr@s; estará siendo injust@, poco cariños@, poco comprensiv@, nos faltará al respeto y así un largo etc. Lógicamente esta es una visión muy limitada de la realidad que nos llevará al sufrimiento, incomprensión y dolor.
Depende de nosotr@s cómo queramos vivir nuestra relación de pareja.
Cuando tomamos conciencia de que nuestros problemas de pareja son problemas de la infancia sin resolver es cuando somos capaces de llevar a cabo una mirada hacia nuestro interior, dándonos cuenta de que estamos repitiendo patrones aprendidos, que estamos sacando a la luz nuestras heridas de la infancia y por lo tanto no estamos realmente siendo nosotros mismos; dos personas adultas relacionándose. Es como si dos niños se estuvieran relacionando dentro de dos cuerpos de adultos.
Para poder llevar a cabo esa mirada introspectiva es necesario pararse a observar lo que tenemos dentro; tomar conciencia de nuestro comportamiento, actitudes, reacciones..en definitiva hacer consciente esas áreas o partes de nuestra personalidad que hasta entonces no
hemos querido ver. Ser un adulto consciente. Una vez que se toma conciencia de nuestro comportamiento infantil dentro de nuestra relación de pareja, seremos capaces de cambiar ese patrón; de darnos cuenta que ahora tenemos recursos suficientes para darnos a nosotros mismos aquello que demandamos, exigimos o nos enfadamos si no nos dan.
¿Y qué tiene que ver esto con la “Paternidad Consciente”? Pues en la medida en que hacemos consciente nuestras carencias a través de la pareja menos impacto de esas carencias proyectaremos en los hijos. Cuantos padres y madres pretenden que sus hijos sean lo que ellos
no pudieron ser; o pretenden que sus hijos les den el amor y cariño que ellos no recibieron en su infancia; o quizás buscan en esos hijos que ejerzan de “padres” de ellos mismos.
Por lo tanto ¿Por qué es importante hacer consciente el inconsciente? Es importante para salir de ese “adiestramiento” o “piloto
automático” en el que nos hemos movido durante gran parte de nuestra vida, sin pensar demasiado en las experiencias que hemos vivido; achacando la culpa o responsabilidad de las mismas a los demás.
Aprovechemos nuestras relaciones de pareja para aprender, para crecer, para evolucionar; y de esta forma daremos libertad a nuestros hijos para que evolucionen y se desarrollen como seres individuales, sean más fuertes, con más amor propio y con una mejor autoestima.
Los padres que conscientemente se sanan a sí mismos entienden que no pueden proyectar sus necesidades no satisfechas a sus hijos; entienden que cada comportamiento esconde una necesidad y en lugar de reaccionar a ese comportamiento del hijo se preocupan en atender la necesidad que el niño demanda.
Por ese motivo es sumamente importante que los padres, tutores y educadores de niños entre 0 y 7 años sean conscientes.
¿Quieres ser un padre/madre consciente y no sabes cómo? ¿Necesitas acompañamiento en ese proceso de traer a la conciencia tus necesidades y modificar tus patrones de
comportamiento para dejar de proyectarlas en tus hijos pequeños de entre 0 y 7 años? Yo te puedo acompañar en este camino.
Mándame un email a hola@marielmartinezterapeuta.com y junt@s caminaremos hacia una mayor toma de conciencia.