Importancia de las emociones en el embarazo

Alguna vez os preguntasteis ¿Por qué es importante ser una mamá o un papá consciente? ¿Por qué es importante ser un padre consciente de niños de 0 a 7 años? Pues porque en ese periodo de tiempo que abarca desde la gestación hasta los 7 años es cuando se da forma a nuestro sistema operativo. Venimos como un ordenador en blanco al que hay que introducir mucha información para que sea “operativo” y práctico en la vida; para que podamos sobrevivir, crecer y desarrollarnos en muchos ámbitos.

Si no somos conscientes de nuestro impacto e influencia en los hijos de esas edades; no seremos capaces de poder darles herramientas para una buena “vida”, no les permitiremos desarrollarse como personas individuales (porque creemos que deben ser clones nuestros, hacer lo que nosotros creemos que deben hacer etc), creemos que vienen “defectuosos” y hay que corregirlos continuamente para que no se desvíen, no les permitimos que desarrollen su creatividad, su espontaneidad..y así un largo etc.

El ser un padre o madre consciente tampoco te priva de fallos y equivocaciones. Somos adultos con nuestras propias heridas heredadas de la infancia y a las que dedicaremos toda nuestra vida nuestros cuidados para evitar que “sangren”. Somos seres en “perfeccionabilidad” continua. Nuestro aprendizaje es continuo, nunca termina. Por lo tanto eso te “libera” de culpa por “creer que no has sabido hacerlo mejor”. No te auto castigues o sabotees si eres un padre o madre trabajando en tu auto conocimiento y tomas de conciencia. Precisamente el auto conocimiento te vuelve más compasivo y comprensivo contigo mismo y con los demás; te libera de juicios y te aporta el perdón y aceptación de la vida y de sus procesos tal y como son; aunque no los entiendas.

¡Celebra cada toma de conciencia y sigue adelante!

Ahora veamos la importancia de las emociones en la madre gestante:

Desde el momento de la concepción; siendo todavía un minúsculo cigoto, ya empezamos a recibir información a través de nuestras células. Somos un organismo vivo receptivo que crece y se desarrolla con la información de la memoria celular de nuestros progenitores.

El vientre de nuestra madre es nuestro “primer mundo”. Nuestra unión con ella es tal que tanto en ese momento de la gestación como en los primeros meses de vida, nuestro mundo es el de nuestra madre; no existe separación con ella. La fusión hace que sea una perfecta simbiosis entre madre e hij@; no hay distinción.

Ello hace que todo lo que viva la madre a nivel emocional lo percibe el hij@ en forma de sensaciones; pudiendo ser estas agradables o desagradables. Esa información; si se transmite de forma regular, causará una impronta en el feto que se quedará grabado de tal forma que dará origen al comienzo de un carácter, una tendencia de comportamiento, una predisposición a ciertas reacciones, una inclinación a unos gustos determinados…

Por lo tanto el estado emocional de la madre es fundamental en la formación del carácter (que dará lugar más adelante en la personalidad) del bebé. Es imposible que la madre mantenga el mismo estado de armonía durante todo el periodo de gestación; pero es importante que sea consciente del impacto de sus emociones en su hijo, para trabajar en su buen equilibrio emocional.

Al igual que es importante la gestión emocional que la madre percibe del entorno; es también de vital importancia las emociones que sienta la madre hacia el bebé. ¿Es un bebé deseado, querido, bienvenido? O por el contrario es un bebé que vino de sorpresa, no llega en un buen momento, no es bienvenido. Esa emoción de la madre hacia su bebé será la base de la percepción que esa personita tenga de sí mism@, su amor propio, su autoestima.

Aquí el papel del padre es crucial ya que es una parte muy influyente en el estado emocional de la madre. El bebé va a percibir al padre a través de las emociones de la madre.

Si el vientre de la madre es el primer mundo del bebé; así como este lo haya percibido; así como haya sido su estancia en el vientre materno; así será como vea el mundo exterior después. Su concepción del “segundo mundo” del bebé está condicionado por lo que vivió siendo un feto.

Si te preguntas ¿Cómo ser una mamá consciente? ¿Cómo ser una mamá consciente cuando mi mundo se viene abajo? ¿Para qué es importante ser una mamá consciente estando embarazada?

Yo puedo acompañarte en tu proceso búsqueda de respuestas; de toma de conciencia de emociones bloqueadas, descontroladas; creencias limitantes que sientes que te sabotean, situaciones de estrés, experiencias que se repiten..en definitiva, cualquier situación que sientas que no fluye en tu vida de la forma que crees o desearías.

Contáctame a través de www.marielmartinezterapeuta.com y juntas emprenderemos el camino de la conciencia.

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Hola, veo que deseas encontrar el camino del cambio, ¿hablamos?