La palabra injusticia significa falta de reconocimiento, apreciación y respeto del valor de otra persona. Falta de honestidad, neutralidad y objetividad ante alguien. No reconocer o apreciar el valor de otra persona.
Esta herida está asociada al merecimiento que uno siente que debe recibir como persona. La persona con la herida de injusticia siente que o bien recibe más de lo que cree merecer o bien recibe menos. En ambos casos se da una situación injusta, no hay equilibrio.
Esta herida surge en el niño entre los 3 y los 5 años que es cuando toma conciencia de que es un ser independiente de su madre; va siendo consciente de la separación del “mundo” de la madre. Suele surgir con el progenitor del mismo sexo; y este suele ser una persona autoritaria, severa, crítica e intolerante..características que proyecta sobre su hijo; percibiendo este la sensación de que no puede expresarse como él quiere; no se le acepta tal y como es, sino por lo que hace. El niño siente mucha distancia con este progenitor así como falta de amor, de apoyo, de seguridad.
El mecanismo de defensa de las personas con la herida de injusticia es ponerse la máscara de “rígido”. Es la forma de que tienen de protegerse; escondiendo sus sentimientos para no sentir el dolor, la frustración, la rabia, la ira…que les genera su herida. La máscara de rígido es una coraza protectora que protege a las personas con esta herida de cualquier tipo de dolor y sufrimiento. Por lo tanto son personas que pueden parecer frías e insensibles; aunque en general son personas alegres y optimistas ya que tapan tanto sus emociones “negativas” que de alguna forma hacen como que no existen. Incluso cuando están mal muestran a los demás que no es así.
Las personas rígidas intentarán buscar por todos los medios la justicia en todo lo que hagan; por lo que son muy exigentes y perfeccionistas. El concepto de perfeccionismo es subjetivo por lo que no son conscientes de que bajo esa perspectiva pueden ser injustos también. Son jueces del bien y del mal; de lo que es correcto y de lo que no lo es; de lo que merecen y de lo que no merecen. Son también personas nobles para las que el respeto y el honor son de vital importancia para ellas.
Suelen ser personas que están muy pendientes de lo que tienen o no tienen los demás por lo que entran en la comparación con el otro, surgiendo de esta forma la envidia.
No se llevan muy bien con la autoridad ya que la que conocen es la del progenitor del que heredaron la herida; una autoridad severa de las cosas se hacen así porque sí, porque lo digo yo, siempre tengo la razón. Por esa razón las personas rígidas argumentan y discuten con lo que ellos consideran una autoridad autoritaria e injusta (si no está bajo el criterio del rígido de cómo debería ser).
En cuanto al aspecto físico las personas rígidas tienen un cuerpo, tal y como dice su máscara de rígido, tenso, con poca movilidad, falta de naturalidad. Son personas con un cuerpo bien proporcionado que cuidan mucho su figura y hacen lo posible para no engordar. Tienen gran vitalidad y son ágiles, aunque poco flexibles.
Es común que las personas con la herida de injusticia hayan sufrido antes la herida de rechazo. Se sintieron rechazadas por el progenitor del mismo sexo por ser quienes eran, por lo que buscaron la perfección en todo lo que hacían (buscando de alguna forma ser aceptados). Cuando se dieron cuenta que por muy perfectos que fueran seguían siendo rechazados por ese progenitor, lo consideraron una injusticia.
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