Ser agradecidos y dar las gracias es una de las mejores virtudes. La palabra que utilizamos para expresar esa emoción viene de la palabra en latín, gratia, que originalmente significaba alabanza al otro sin más razón. Después comenzó a utilizarse para expresar agradecimiento.
Algunos ejemplos extendidos en la sociedad actual donde se expresa agradecimiento:
- El día de acción de gracias se celebra el 4º jueves de Noviembre en Estados Unidos. La fiesta empezó a celebrarse oficialmente en 1863 por iniciativa del presidente Abraham Lincoln para dar gracias por la primera cosecha abundante de los colonos ingleses que se instalaron en norte América.
- Jesús bendice la mesa en la última cena, así como el día que convierte el agua en vino. Antes, en la religión judía era una costumbre popular. Bendecir la mesa es una forma de agradecer los alimentos al igual que una forma de petición para que nunca falten.
- En el Reino Unido en concreto, tienen la costumbre de enviar cartas de agradecimiento a las personas que hacen regalos por Navidad (lo que llaman “thank you letters”); y normalmente se hace personalizada y especificando el objeto regalado.
“Si no eres agradecido con lo que tienes, ¿qué te hace pensar que serás feliz si tuvieras más?”
El agradecimiento es un reconocimiento y valoración ante un gesto, detalle, regalo, favor…que proviene del otro. Implica una aceptación y emoción de felicidad hacia esa persona por lo recibido. Este gesto se puede extrapolar a una Divinidad, al Universo o a la vida misma; según las creencias de cada uno.
Para que el agradecimiento sea genuino no debe ser sólo un gesto mental, de palabra, sino que debe ser sentido con el corazón, con el alma. El verdadero agradecimiento implica una emoción sentida. Sólo de esta forma invitamos a seguir recibiendo regalos en nuestra vida. Os pongo un ejemplo:
Cuando tú haces un regalo a alguien eres feliz pensando en lo feliz que va a estar esa persona; te imaginas su felicidad y alegría. Si cuando esa persona recoge tu regalo, lo rechaza, o no está feliz ¿no se te quitan las ganas de regalarle nada más? Y si por el contrario recibe tu regalo y lo acoge con agradecimiento y alegría ¿no quieres darle más?
¡Pues así es como funciona la vida! Te “da” y te “quita” cosas para que aprendas a valorar y reconocer todo lo que tienes y todo lo que te está dando: esa casa, el agua caliente, dinero para pagar las facturas, otro día más de vida, ese trabajo, esa pareja, esa familia, esos amigos…y un largo etcétera por lo que tendríamos que dar las gracias.
Por muy mal que te vaya la vida en el momento presente siempre hay algo por lo que estar agradecido, por lo que dar las gracias de corazón; sólo implica traer tu mente al momento presente para recordar las cosas que te hagan sentir bien.
Te propongo que hagas un pequeño examen de conciencia al final del día y enumeres al menos 5 cosas por las que estar agradecido en ese día.
También te propongo que lo primero que hagas al levantarte sea dar gracias por ese nuevo día de vida, por esa nueva oportunidad de hacer cosas maravillosas.
Pronto verás que la vida te seguirá regalando más motivos por los que estar agradecido. Cuanto más agradezcas y lo sientas, más tendrás.
Te animo a que compartas conmigo tu experiencia en la Candela de Mariel y cualquier duda o consulta que puedas tener.
Muchas gracias por estar ahí, leyendo este artículo.