En otras ocasiones hemos hablado de las creencias transmitidas mediante órdenes, mandatos o permisos de los padres y/o cuidadores. También están las creencias que adquirimos por imitación; por seguir el ejemplo de la persona que consideramos un modelo cuando somos pequeños.
En esta ocasión quiero hablaros de la primera creencia, que es la que da origen a nuestra personalidad. Es aquella alrededor de la cual va a girar toda nuestra existencia. Todo lo que pensemos, digamos o hagamos irá encaminado a protegernos de esa creencia que consideramos vital en nuestra vida y que afecta a nuestra supervivencia, a nuestra necesidad de amor, a nuestro derecho a existir, a pertenecer, a ser.
Para ello voy a hacer referencia al Eneagrama; una herramienta muy potente de autoconocimiento que nos permite indagar en profundidad en el por qué de nuestro comportamiento, de nuestras reacciones, de nuestra manera de ver la vida.
El Eneagrama califica la personalidad del ser humano en 9 tipologías diferentes que determinan 9 formas distintas de ver la vida. Y ¿qué es lo que hace que cada uno de nosotros vea la vida de una manera peculiar? ¿Por qué yo doy importancia a unas cosas y el otro a otras? ¿Qué es lo que nos hace tan diferentes unos de otros?
Todo se basa en un miedo básico que “desarrollamos” nada más nacer en base a lo que percibimos de nuestro entorno. Cuando venimos a este mundo ya nacemos con una cierta predisposición o tendencia de carácter, formado, entre otros factores, por la vida emocional que ha tenido nuestra madre mientras estaba embarazada de nosotros.
Una vez ya en este mundo interpretamos las señales de nuestro entorno y sacamos conclusiones. El bebé todavía no tiene una comprensión racional de lo que pasa a su alrededor, ya que todavía no tiene desarrollado el cerebro en su totalidad. Lo que percibe son emociones y sentimientos de sus cuidadores.
El recién nacido empieza a mostrar al mundo sus necesidades básicas: alimento, amor, seguridad, protección, pertenencia..En la medida en que estas necesidades no son satisfechas en el momento que surgen (cosa muy probable), el bebé se irá adaptando de diferentes maneras para evitar el dolor/sufrimiento de no tener suplida esa necesidad.
Los miedos básicos de cada uno de los tipos de personalidad son:
- Miedo a ser malo o imperfecto.
- Miedo a ser indigno de amor.
- Miedo a ser despreciable o a carecer de valor inherente.
- Miedo a carecer de identidad o de no ser importante.
- Miedo a ser inútil, incapaz o incompetente.
- Miedo a carecer de apoyo u orientación.
- Miedo a ser desvalido o quedar atrapado en el dolor.
- Miedo a ser dañado o controlado por otros.
- Miedo a perder la conexión, a la fragmentación.
Todos estos miedos dan lugar a la primera creencia sobre la que gira nuestra existencia. Hacen referencia a que si se lleva a cabo aquello a lo que tengo miedo no me van a querer, no me van a ver, no voy a existir, me voy a sentir desvalido, desprotegido y voy a sufrir. De esa forma surgen nuestra creencia básica.
Por lo tanto todo lo que hagamos en la vida irá encaminado a reducir esa sensación de miedo que nos produce nuestro tipo de personalidad.
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