Cuando sientes que las cosas te van mal, cuando la vida no es cómo la habías soñado cuando eras pequeña, te preguntas ¿Por qué me pasa a mí esto? ¿Por qué tengo tan mala suerte? ¿Por qué a los demás les va tan bien y a mí tan mal habiendo hecho lo mismo?
Tienes la sensación de que la gente está en tu contra, que te odian o les caes mal, y todo se tuerce.
Cuando estás en ese estado estás en modo “yo niñ@” esperando que papá o mamá te protejan y te salven del peligroso mundo. Estás en modo víctima de las circunstancias, evadiendo toda responsabilidad de lo que te pasa; porque “no es tu culpa”. Sientes envidia o celos de los que están a tu lado y tienen más “suerte” que tú ya que piensas que la vida le favorece; “unos nacen con suerte y otros no”.
Es hora de que asumas la responsabilidad de tu vida, que tomes las riendas y lleves el control de lo que quieres para ti. No va a venir nadie a salvarte, tú sólo debes hacerlo. Toma conciencia de que tus pensamientos crean tu realidad, y que aquello en lo que te enfocas, acaba apareciendo en tu vida. ¿Os ha pasado alguna vez que empezáis la mañana del mal humor, con una energía muy baja, y a lo largo del día todo os sale mal? Se os cae el café, perdéis en metro, pincháis una rueda…Somos energía, todo es energía.
Sólo tú puedes salir del sitio donde no quieres estar; trabajo, relación de pareja, apatía, desmotivación, frustración…nadie tiene una varita mágica para salvarte; así que lávate la cara, levántate y sal ahí fuera de donde estés a comerte el mundo. Es fácil decirlo y difícil hacerlo; no te voy a mentir. No va a ser sencillo, pero es posible y la recompensa merecerá la pena. Esa recompensa de conseguir la vida de tus sueños. No es una utopía; ¡se puede conseguir!
Sólo hay que revisar las creencias limitantes, heridas emocionales, patrones de conducta…para darnos cuenta que al final, repetimos lo que hemos aprendido de nuestros maestros (familia y educadores) en la infancia y lo que hemos heredado de nuestros ancestros. Por ello el camino no es fácil; hay que “limpiar” años de limitaciones y heridas y ahondar en aspectos que igual pueden ser dolorosos. No quiero asustarte sino más bien motivarte y hacerte ver que es posible el cambio; si realmente estás comprometid@ con él; si realmente quieres ser tú el que decida tu vida; el que tome tus propias decisiones; el que, con determinación diga un SI grande a la VIDA y no se resigne o adapte a una vida mediocre “porque es lo que te tocó vivir”.
¡Sé rebelde e inconformista con lo que no te hace feliz! No tienes que seguir viejos patrones, obedecer a los demás y lo que esperan de ti, NOOO. Plántale cara a la vida y a tu felicidad. ¡Tienes la obligación de ser feliz! No te conformes con menos. Es normal que surjan miedos, inseguridades, dudas….es completamente normal. Lo que no debemos permitir es que esos miedos limiten o bloqueen nuestro presente y nuestro futuro.
Estaría encantada de poder acompañarte en este tu proceso de cambio; de salir de tu zona de confort para conseguir lo que realmente quieres en la vida y vivir plenamente. Yo pasé por ahí varias veces y estoy muy orgullosa de donde estoy ahora. Me hubiera gustado contar con la ayuda de alguien durante ese tiempo, y no fue así, con lo que fui aprendiendo sobre la marcha, siendo el camino más duro obviamente.
¿Qué me dices? ¿Llegaste a ese punto donde dices ¡YA!, mi momento está aquí? Deja de quejarte de la vida que llevas y no quieres y di BASTA; voy y quiero cambiar!!!
Estoy y estaré a tu lado…
Mariel Martínez – La Candela de Mariel
www.marielmartinezterapeuta.com